Cuando las hijas de Walt Disney le ruegan a su padre que haga una película de su libro favorito “Mary Poppins “, éste les hizo una promesa que tardaría nada más y nada menos que 20 años en cumplir. En su búsqueda para obtener los derechos del mencionado libro, Walt se enfrenta a una cascarrabias, una escritora inflexible que no tiene absolutamente ninguna intención de dejar a su amada niñera mágica sea mutilada por la maquinaria de Hollywood. Pero, como los libros dejan de venderse y el dinero empieza a hacer falta, Travers, a regañadientes acepta ir a Los Angeles para conocer los planes de Disney para la adaptación.
Durante esas dos semanas cortas de 1961, Walt Disney saca toda la carne del asador. Armado con guiones gráficos imaginativos y canciones alegres, Walt lanza un ataque total contra PL Travers, pero la autora lejos de parecer convencida, se muestra mucho más reticente si cabe. Pronto Walt comienza a ver con impotencia como los derechos del libro se encuentran cada vez más lejos de su alcance.