Charlie Croker y su banda de ladrones intentan conseguir el golpe de sus vidas hacerse con un camión lleno de oro, amañando los semáforos de Los Ángeles para crear el mayor atasco nunca visto en la ciudad. Así confían en lograr un golpe perfecto y asegurarse una escapada sin riesgos. El plan era impecable… se ejecutó a la perfección… tenían libre la vía de escape. El único factor de riesgo que la mente maestra del crimen Charlie Croker (Mark Whalberg) no pudo prevenir procedía de uno de los miembros de la banda, que estaba formada por su contacto interno Steve .